domingo, 12 de diciembre de 2010

Protegido por la mafia

No sé qué pensé cuando, al retirarme de aquél local, después de comprar el almuerzo mi tío que me acompañaba me dijo que viera una etiqueta pegada en el vidrio del mostrador: "Protegido por la mafia. Si me pegas, nosotros te pegamos".

"Ya estamos empezando ahora nosotros con esto, a recibir protección de los delincuentes", decía mi tío. Y yo no sé si ya estamos empezando o si siempre hemos tenido eso: Un lugar que recientemente intentó abrir con un intento de restaurante familiar, fracasó rotundamente; el rumor es que no cubrían la cuota de protección de los mafiosos del lugar.

A uno, simplemente, dándose a conocer en la colonia como una persona "buena onda", recibe protección implícita de la mafia y en ocasiones es necesario conocer aunque sea a uno de los que sabes que son parte del grupo mafioso.

Así funciona, así siempre ha estado, el punto es que eso era algo que los adultos comenzábamos a ver de jóvenes y ahora los jóvenes lo ven de niños y sinceramente pienso que es una pena llegar a tales niveles. Pero bueno, no me mortificaré tanto por ello.

¡Vaya, nuestras colonias!

Parece que la inundación no se ha ido y que sube la marea.